Trabajos de Prehistoria 81 (1)
ISSN-L: 0082-5638, eISSN: 1988-3218
https://doi.org/10.3989/tp.2024.1010

RECENSIÓN DE / REVIEW OF: Marga Sánchez Romero. Prehistoria de mujeres. Colección Imago Mundi, 337. Ediciones Destino. Barcelona, 2022, 288 pp., ilustraciones b/n. ISBN: 978-84-233-6208-0.

“Que nada nos limite, que nada nos defina, que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia”. Con esta cita de Simone de Beauvoir comienza Marga Sánchez Romero este libro, Prehistorias de Mujeres. Es una referencia muy sugerente por la multidimensionalidad que adquiere en este libro, que, además de ser un potente alegato por la igualdad, es una publicación con un estilo y una narrativa profundamente libre.

De esta manera, el volumen es una reivindicación de una Prehistoria feminista, de una historia que devuelva a las mujeres y a las actividades que, tradicionalmente han sido asociadas a lo femenino, el espacio y la importancia que realmente les corresponde. Formalmente es un libro difícil de encasillar y clasificar, un libro que está entre la divulgación científica, el ensayo político y el storytelling personal, con un carácter muy propio de la autora. En él nos va llevando por una historia llena de saltos en el tiempo y que nos hace reflexionar sobre realidades tan profundas como el origen y la perpetuación de la desigualdad a través de los datos arqueológicos de la Prehistoria, procesos acaecidos en la época contemporánea, experiencias personales y noticias actuales de la prensa o las redes sociales. Todo ello es un reflejo de la misma realidad que se pretende poner sobre la mesa.

La presentación y la estética están sumamente cuidadas, con ilustraciones llamativas que dan un valor añadido al libro. Buenos ejemplos son la línea del tiempo ‒que se presenta al inicio del libro y que está realizada por Iñaki Diéguez Uribeondo‒, la ilustración del parto ‒de María del Carmen Ruiz Moreno ‘Ru-Mor’‒ o la propia portada, obra de Montse Galvany Armengol.

La autora es catedrática de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, y, actualmente, vicerrectora de Extensión Universitaria, Patrimonio y Relaciones Institucionales de dicha universidad. Forma parte del Equipo Past Women. Historia material de las mujeres (https://www.pastwomen.net/) y, en su trayectoria, además del perfil científico y académico, destaca su interés por la divulgación científica y la difusión del conocimiento de las sociedades de la Prehistoria. Es activista feminista a través de su ámbito de acción, la arqueología, explorando múltiples canales para hacer llegar la arqueología feminista a la sociedad ‒redes sociales, web, charlas, conferencias, publicaciones, entrevistas, prensa y televisión‒. También lo hace a través de este libro, como ella misma dice, no solo por el interés en el pasado, sino por su capacidad de transformar el presente. Una prueba más de este afán de llegar, transmitir y comunicar es que el libro está disponible en formato audiolibro, narrado, con gran talento, por la propia autora.

La narrativa de la obra comienza con la afirmación de que no se trata de un libro sobre la Prehistoria, sino sobre las mujeres del presente, que pretende reflexionar sobre cómo a lo largo de la historia y, particularmente, en la construcción de los discursos arqueológicos, las mujeres han sido relegadas a roles secundarios y estereotipados, adoptando, nosotras, estas posiciones definidas por otros.

La autora argumenta que la arqueología ha minimizado y menospreciado a las mujeres, al primar las actividades, hechos y valores tradicionalmente asociados con lo masculino y emplear sus opuestos para caracterizar a las mujeres. Esto incluye el atribuir a las mujeres un escaso control sobre la tecnología compleja, capacidades limitadas para el pensamiento abstracto y la creatividad, un rol dependiente y pasivo, y definir sus cuerpos sólo en términos de reproducción o sexualidad.

Los capítulos uno a cuatro exponen esta realidad y explican cómo, cuándo y por qué se desarrollaron estas desigualdades. De esta manera, se analizan desde esa óptica hitos tan significativos para la evolución de la arqueología como la eclosión de los nacionalismos en el siglo XIX y la necesidad de crear una identidad nacional basada en referentes históricos. También trata el movimiento sufragista, y cómo éste genera una reacción que se refleja en los discursos sobre la Prehistoria, que intentan justificar la negación de los derechos de las mujeres basándose en un supuesto orden natural o, ya en el siglo XX, cómo estos discursos se van adaptando a las necesidades del sistema en cada momento.

Un gran ejemplo de ello es la Segunda Guerra Mundial, durante la cual las mujeres se convierten en una fuerza laboral crucial. La mujer pasa a ser representada como trabajadora, fuerte, aunque, al mismo tiempo, arreglada e impecable. Pasado el conflicto bélico se volverá a intentar redefinir su papel, devolviéndola al lugar que es considerado su espacio natural, e impulsando estereotipos como el de ama de casa perfecta, patente en los diferentes canales de difusión de la década de 1960. Este ejemplo es muy ilustrativo y tiene que ver con cómo las imágenes de la Prehistoria ‒en este caso las de los Picapiedra‒ son utilizadas para justificar e influir en el presente.

Otro importante cliché asociado a las mujeres en la Prehistoria es su consideración como objeto sexual. Buen ejemplo de ello son las ‘venus’ paleolíticas, tradicionalmente interpretadas, sin ningún dato que así lo sustente, como imágenes realizadas por hombres como objetos sexuales para otros hombres. Esto introduce conceptos anacrónicos como lo pornográfico o lo obsceno al referirse a las representaciones del cuerpo de la mujer en la Prehistoria.

En resumen, el texto aborda cómo la arqueología y la historia han contribuido a la marginalización de las mujeres, y cómo estas percepciones han evolucionado a lo largo del tiempo para adaptarse a diferentes intereses y contextos sociales y económicos.

Una de las consecuencias de estereotipar a las mujeres es que cuando, en el registro arqueológico, son encontradas en contextos arqueológicos en los que, de acuerdo a estos parámetros preconcebidos, no deberían estar, se tiende a invisibilizarlas o, directamente, negarlas. Los capítulos cinco al diez abundan en esta idea, planteando la negación de la participación de las mujeres en ámbitos como la caza, la guerra, la autoría de las pinturas rupestres o la detentación de posiciones sociales destacadas en la comunidad. Todos estos temas son analizados a partir del tratamiento que han recibido ciertos descubrimientos relevantes como es el caso de la dama de Baza, la guerrera vikinga de Birka o la ‘princesa’ de Vix.

Tras este apasionante y muchas veces asombroso y por momentos cómico viaje, el libro se centra en poner en valor actividades que han sido esenciales en la vida de las comunidades del pasado, y que lo siguen siendo en el presente. Hablamos de las denominadas actividades de mantenimiento (Alarcón García, 2010), tales como la alimentación, la salud, el trabajo textil, la higiene, el cuidado de la infancia, de los mayores, el parto, o la lactancia. Al ser consideradas propias del universo femenino, han sido apartadas de la Historia con mayúsculas o directamente ignoradas por considerarse de una importancia menor. Sin embargo, se trata de actividades sin las cuales, con certeza, habría sido inviable la propia supervivencia de nuestra especie.

El libro discute, también, la supuesta simplicidad de estas actividades respecto a la complejidad tecnológica atribuida a otras, como la metalurgia, y desmonta esta tesis a lo largo de toda la disertación. Destacaré, por la fuerza comunicativa, la comparativa que hace entre los pasos a seguir para preparar un guiso y para fundir una pieza de metal.

Este recorrido a través de las actividades de mantenimiento tiene, como el resto de la obra, una intención transformadora en el presente. La autora resalta que desafiar estos prejuicios e ideas preconcebidas sobre el ámbito doméstico es fundamental para construir políticas de conciliación y, sobre todo, de corresponsabilidad, dándoles el reconocimiento social que les corresponde. Sobre hechos como la lactancia o el parto Marga Sánchez Romero demuestra que los análisis de laboratorio han permitido un conocimiento mucho más profundo de los restos del pasado en los últimos años. La lactancia (un tema muy actual y presente en el debate público) no es sólo algo natural, sino que las estrategias asociadas a esta actividad, o su duración, y otras cuestiones, son sociales y culturales, y se han adaptado en diferentes períodos históricos a las especificidades y necesidades concretas de cada sociedad y de cada momento.

Actividades como el procesado de alimentos, la molienda o el tejido, también dejan evidencias tanto en la cultura material como en los cuerpos. Hoy sabemos que cada una de ellas han determinado estrategias de organización social o movimientos poblacionales siendo, al igual que otras consideradas históricamente más relevantes, tecnología, cultura e historia.

La narración finaliza con el capítulo denominado “Hoy”, que se inicia con una recreación de una reunión de trabajo de varias arqueólogas del grupo Past Women, en la que se ultiman los detalles de una ilustración de un parto en las sociedades iberas. Esto da paso a una reflexión sobre la importancia de la difusión para transmitir a la sociedad los avances realizados en la investigación.

Y es que contrarrestar esta imagen de las mujeres en el pasado, que el cine, la televisión o la prensa han contribuido a generar y a perpetuar, es una tarea tan ardua como necesaria. El libro incluye ejemplos de cómo los medios de comunicación favorecen la reafirmación de estas imágenes, primando el estereotipo y el sensacionalismo a la evidencia científica. A pesar de ello, la autora destaca que la colaboración entre la ciencia y el periodismo es fundamental, ya que es “absolutamente necesario que seamos capaces de transmitir el conocimiento que generamos a la ciudadanía” (p. 257).

Se plantean así temas como la prevalencia de las desigualdades, y el mucho trabajo que queda para hacer frente a la discriminación, a la consideración de que sigue habiendo un sexo fuerte y otro débil, y a la necesidad de adquirir el compromiso político de cambiar estos estereotipos creados y perpetuados por el poder desde el conocimiento científico, los museos, los contenidos educativos y todos los medios de difusión a nuestro alcance. La arqueología es una excelente herramienta para ello.

Como dice la autora, frente a la involución, revolución. Este libro es precisamente eso, una obra revolucionaria, radical, transformadora, profundamente política y reivindicativa, realizada desde la solidez científica y con una originalidad narrativa que la hace sumamente divertida y amena.

La narración desde un tono muy particular, de tú a tú, es sumamente efectiva. Prueba de ello es la gran transcendencia que el libro ha tenido en medios de comunicación, presentaciones en museos, ferias y otros eventos. Ha alcanzado, por el momento, su séptima edición, a lo que ha contribuido la vocación incansable de Marga Sánchez Romero de transmitir su mensaje en todos los lugares posibles.

Un libro que debe ser leído. Sin duda, como dice la autora en su final, haciendo referencia al trabajo y esfuerzo empleado en su creación, ha merecido la pena.