Trabajos de Prehistoria 80 (1)
enero-junio 2023, e12
ISSN: 0082-5638, eISSN: 1988-3218, ISSN-L: 0082-5638
https://doi.org/10.3989/tp.2023.12327

Reseñas de libros

Book reviews

Raimon Graells i Fabregat

Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), Universidad de Alicante

https://orcid.org/0000-0002-9057-7510

raimon.graells@ua.es

Jean Guilaine, Dominique Garcia, Jean Gascó y Enrique Aragón Núñez. Rochelongue (Agde, Hérault) - Lingots et bronzes protohistoriques par centaines dans la mer. Collection Mondes anciens. Presses Universitaires de la Méditerranée. Montpellier, 2022, 362 pp., 172 pl. b/n, figs. b/n, c. ISBN: 978-2-36781-474-2.

Este libro tiene la ambición de satisfacer un desideratum del colectivo investigador con la publicación y estudio de la totalidad del material recuperado en el excepcional “depósito” de Rochelongue, y el análisis de una selección de objetos. El resultado, ¡cumple las expectativas con creces! Se trata, para la mayoría de protohistoriadores occidentales, del conjunto metálico que más ha marcado la investigación protohistórica del golfo de León y del nordeste peninsular. Tal es la singularidad del hallazgo que solo con el conocimiento incompleto de los tipos presentes, del estado de conservación y de la cantidad de los objetos metálicos que se dieron a conocer en múltiples publicaciones parciales, se reconoció como expresión de un sistema de comercio complejo que unía distintos territorios, principalmente el nordeste de la península ibérica y el golfo de León. Por un lado, la riqueza y variedad de los objetos metálicos y por otro, su localización bajo el mar, hicieron que desde su descubrimiento se discutiera sobre si se trataba de un depósito o de un naufragio en unos escollos cercanos a la costa. El debate sigue vigente y los autores han evitado cualquier mención en el título de la obra a si se trata de una u otra opción.

Pero Rochelongue es también la expresión máxima del llamado fenómeno launaciense (que toma su nombre del depósito epónimo, objeto de publicación integral en 2017 por parte de tres de los autores del libro que ahora se comenta). Se trata de ese comportamiento basado principalmente en el reciclaje de metal que, concentrado entre finales del s. VII y la primera mitad del s. VI a. C., puso en relación distintos territorios del interior francés, el golfo de León, Sicilia y la península ibérica tal y como indica la distribución y circulación de tipos culturalmente reconocibles (lingotes, fragmentos, objetos rotos y completos o, aún, los restos de procesos metalúrgicos).

La importancia de esta realidad arqueológica es enorme, más aún en el momento actual en el que la investigación quiere identificar la iniciativa local por encima de posibles influencias foráneas. Existen ya múltiples aproximaciones periféricas sobre el alcance del fenómeno launaciense, pero esta realidad cultural sigue siendo un fenómeno especialmente representado en el área sureste francesa y poco valorado en los territorios limítrofes. Estoy seguro de que, gracias a estudios como el que comentamos, en los que se presenta la cultura material y la convierte en reconocible, podremos observar interacciones complejas que escapan al discurso (reduccionista) que sigue estableciendo el comercio de media y larga distancia en manos de los “comerciantes mediterráneos” griegos y fenicios.

En este libro, por tanto, se ha continuado el trabajo de 2017 que daba a conocer completamente el depósito de Launac. Creo que es significativo entender que no estamos ante una repetición, ampliación o versión del trabajo anterior, sino ante su complemento necesario. Con esta premisa, el primero de muchos aciertos es que los autores han querido dar continuidad al proyecto tanto en el estilo, la estructura o la parte gráfica del libro anterior. Pero que este libro sea un perfecto complemento no impide que sea una obra autónoma de enorme importancia para resolver qué entendemos cuando hablamos de Rochelongue y del fenómeno launaciense en la Edad del Hierro en el Mediterráneo occidental. Por ello es útil presentar una serie de comentarios que siguen la estructura de la obra y ponen en valor las aportaciones de esta monografía.

En primer lugar, los autores revisan la historiografía del descubrimiento (acontecido en 1964), de la investigación, y del sitio donde se produjo, a escasos metros de las rocas del litoral de Agde (Hérault), en un escollo llamado Rochelongue. Se resumen las campañas de excavación realizadas durante años por su descubridor, A. Bouscaras.

La discusión sobre la naturaleza del conjunto (pecio o depósito intencional) presenta en las p. 31-33 una síntesis útil de las posiciones interpretativas propuestas hasta la fecha. Para ello, la obra se ciñe a una posición que hoy parece casi consensuada, desarrollando un discurso que relaciona al yacimiento con la actividad comercial y, por lo tanto, con un barco que navegaba próximo a la desembocadura del Hérault.

La primera parte del libro (pp. 37-266) presenta el inventario y descripción de un mínimo de 4671 objetos y fragmentos, de los que 1710 han sido dibujados. Los autores distribuyen en nueve grandes familias los 1320 que son identificables: armas (42), instrumental (247), elementos de vestimenta (236), ornamentos personales, principalmente brazaletes (576) y torques (13), elementos accesorios y varios (356), lingotes (163) y restos del proceso metalúrgico (77). Curiosamente, no se indica el peso del conjunto y los autores remiten a la estimación del peso del metal que hizo D. Garcia (2002)Garcia, D. (2002). “Épave de Rochelongue (Cap d’Agde).” En: Long, L., Pomey, P. y Sourisseau, J.-Ch. (Dirs.). Les étrusques en mer. Epaves d’Antibes à Marseille, 28-41. Aix-en-Provence: Musée d’Histoire de Marseille., cuando consideró solo el 63,4 % del conjunto, que alcanzaba los 680 kg. Con los nuevos datos, el total sería superior a la tonelada. La calidad de las ilustraciones y la agilidad de las descripciones, reducidas a poco más que la identificación y las medidas esenciales, hacen de este amplio apartado un instrumento de trabajo fundamental para cualquiera que estudie la cultura material de la Edad del Hierro del golfo de León y de la península ibérica. Es posible que algunas identificaciones, dejadas prudentemente como inseguras en esta publicación, puedan concretarse en un futuro con la ayuda de fotografías para enriquecer, más si cabe, la complejidad del conjunto con procedencias y funciones no previstas ahora.

Sea como fuere, este capítulo no presenta ninguna valoración sobre los orígenes del conjunto mediante comparación tipológica. Esto se hará posteriormente en dos apartados consecutivos (“tipología comparada” en las pp. 303-321 y “un depósito del s. VI a. C. de composición plural” en las pp. 323-338) que quizás podrían haberse aunado en un único capítulo.

El apartado dedicado a las dimensiones de las piezas (pp. 267-271) parece fundamental para comprender la vocación de reciclaje y comercio de metal en este momento, tanto desde una perspectiva funcionalista y práctica en la que se valora la dificultad/facilidad de fragmentación según la categoría de objetos, como de la necesidad de fragmentación por intereses comerciales (caso de los lingotes).

El capítulo sobre los análisis isotópicos considera 25 lingotes plano-convexos, 6 fíbulas y 4 broches de cinturón (fig. 11), y es una aportación sensacional (pp. 273-294). Pero la identificación de las piezas analizadas no encuentra correspondencia con los números de inventario del catálogo, lo cual es incómodo para la discusión de las fíbulas y broches de cinturón. Sin embargo, la claridad expositiva resuelve la procedencia de la mayor parte del cargamento (170,5 kg a los que se suman 680 kg de fragmentos informes de metal) como metal semielaborado en forma de lingotes del área del alto Guadalquivir-Linares (Jaén). Este dato sitúa el comercio del metal de la península ibérica como especialmente significativo para el momento final del fenómeno launaciense, siendo Rochelongue quien monopoliza la concentración de lingotes puesto que los demás depósitos launacienses (y en particular el de Launac) parecen indicar una procedencia distinta. Discernir si se trata de un detalle relacionado con una datación más reciente podría ser interesante, pero es igualmente significativo que sean los depósitos más claramente orientados a la interacción con la península ibérica los que presenten lingotes plano-convexos: el de Teixons-Pollestres, en el lado francés; mientras que el depósito parcialmente inédito de Monderes, en La Llitera, en el punto de llegada a la llanura Occidental catalana desde los Pirineos (lo cual obligará a valorar las vías de interacción terrestres).

Tras la tipología de varios objetos, el análisis arqueométrico de los lingotes y la lectura crítica de los datos, se presentan unas conclusiones sólidas que fechan el conjunto entre el 575-550 a. C. y presentan la península ibérica con un protagonismo particularmente fuerte como zona de origen del metal, aunque en el libro no se afirma que fuera ese también el origen del barco. Otros materiales que conforman el cargamento proceden del área languedociense, del interior francés, del ámbito itálico y, con pocos testimonios, del área alpina occidental. De este modo, las propuestas que habían valorado el mediodía peninsular para sugerir el posible origen del cargamento se ven matizadas y deben reformularse.

En cualquier caso, el papel de la península ibérica puede complicarse y ganar en detalle siempre que se valoren separadamente los marcadores arqueológicos y los lingotes para relacionarlos con distintos territorios:

  • La arqueometría sitúa los lingotes en el mediodía peninsular;

  • La tipología, por un lado, indica un área concentrada en el tramo meridional de la costa catalana, el bajo valle del Ebro y, especialmente, el llano de Vinaroz-Benicarló (Castellón). En este grupo, encontramos broches de cinturón, fíbulas (de doble resorte y de pivote) y colgantes que, además, encuentran sus mejores paralelos en la zona que concentra la mayor cantidad de elementos launacienses en la península ibérica.

  • Y, por otro lado, la tipología indica el área catalana, con las hachas de cubo de tipo Rochelongue, posiblemente producidas en dicha zona.

Si se trata de distintas escalas de un mismo circuito comercial o de múltiples circuitos que están representados de manera accidental en Rochelongue es algo sumamente interesante. Cada área está representada por distintas evidencias en el conjunto: lingotes como evidencia de metal semielaborado, productos rotos-gastados para el circuito de reciclaje y hachas como circulación de material comerciable.

Estas consideraciones que dan protagonismo al factor indígena en todo el fenómeno launaciense aparecen en el libro muy matizadas y resueltas con una reiterada mención a la participación fenicia. Recordemos la posibilidad de reconocer un circuito de reciclaje circular que desde Agde tendría su extremo meridional en la zona del llano de Vinaròs-Benicarló, allí donde convergen el límite meridional de la distribución de varios tipos de objetos característicos del arco litoral hispano-francés, con el extremo oriental de la distribución de algunos tipos meseteños y litorales, y con el inferior de la distribución de tipos plenamente launacienses (Graells i Fabregat, 2022aGraells i Fabregat, R. (2022a). “Problemas de cultura material: Fíbulas itálicas y griegas en la Península Ibérica entre los ss. VII-VI a. C.” Zephyrus, 89: pp. 129-150. DOI: https://doi.org/https://doi.org/10.14201/zephyrus202289129150, 2022bGraells i Fabregat, R. (2022b). “Colgantes alóctonos y cinturones articulados en la península ibérica y las Islas Baleares (s. VII-VI a. C.): entre vestimenta y joyería.” Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, 48.1: pp. 229-266., 2022cGraells i Fabregat, R. (2022c). “Un fragmento de espada de bronce itálica de Sta. Magdalena de Polpis (prov. Castelló)”. Trabajos de Prehistoria, 79 (2): pp. 380-391. DOI: https://doi.org/https://doi.org/10.3989/tp.2022.12305). Sin embargo, no hay nada en los asentamientos fenicios occidentales relacionable con el factor launaciense. Lo mismo sucede con el área minera del Guadalquivir ni en los asentamientos donde aparecen las hachas, por limitar la discusión. Parecerá una nimiedad, pero esta precisión no es necesaria para los contextos franceses, que son los que más y mejor aparecen citados y estructurados en el discurso del libro.

La cronología, propuesta entre el 575-550 a. C. (p. 338, tab. I) es producto de un detallado análisis tipológico de la totalidad del material presentado en el libro, combinando la información estructurada según los siguientes criterios: la que ofrecen los objetos de datación amplia con inicio en momentos anteriores; la de los objetos-reliquia; la de las producciones fechadas en los ss. VII-VI a. C.; la de los objetos de datación amplia con inicio en el cambio entre los ss. VII-VI y final en momentos más recientes; y, finalmente, los objetos de vida muy corta, como los broches de cinturón de tipo Acebuchal (575-525 a. C.) o Fleury (625-575 a. C.) que son los que permiten fechar con precisión el momento final del conjunto de Rochelongue.

En definitiva, con este libro se abre un abanico de posibilidades para conocer aspectos productivos, comerciales y culturales de la Edad del Hierro del Mediterráneo Occidental relativa a sus poblaciones locales. Aquellas poblaciones que mantuvieron sus propias estrategias e identidad, aunque coincidieron con el asentamiento de las apoikiai griegas y la consolidación del comercio fenicio.

BIBLIOGRAFÍA

Garcia, D. (2002). “Épave de Rochelongue (Cap d’Agde).” En: Long, L., Pomey, P. y Sourisseau, J.-Ch. (Dirs.). Les étrusques en mer. Epaves d’Antibes à Marseille, 28-41. Aix-en-Provence: Musée d’Histoire de Marseille.

Graells i Fabregat, R. (2022a). “Problemas de cultura material: Fíbulas itálicas y griegas en la Península Ibérica entre los ss. VII-VI a. C.” Zephyrus, 89: pp. 129-150. DOI: https://doi.org/10.14201/zephyrus202289129150

Graells i Fabregat, R. (2022b). “Colgantes alóctonos y cinturones articulados en la península ibérica y las Islas Baleares (s. VII-VI a. C.): entre vestimenta y joyería.” Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, 48.1: pp. 229-266.

Graells i Fabregat, R. (2022c). “Un fragmento de espada de bronce itálica de Sta. Magdalena de Polpis (prov. Castelló)”. Trabajos de Prehistoria, 79 (2): pp. 380-391. DOI: https://doi.org/10.3989/tp.2022.12305