Trabajos de Prehistoria 80 (2)
julio-diciembre 2023, e31
ISSN: 0082-5638, eISSN: 1988-3218, ISSN-L: 0082-5638
https://doi.org/10.3989/tp.2023.12345

Reseñas de libros

Book reviews

Inés Sastre

Instituto de Historia. CSIC

https://orcid.org/0000-0001-5487-705X

ines.sastre@cchs.csic.es

Brais X. Currás

Instituto de Historia. CSIC

https://orcid.org/0000-0002-8975-070X

brais.curras@cchs.csic.es

Recensión de / Review of: T. L. Thurston and M. Fernández-Götz (Eds.). Power from Below in Premodern Societies. The Dynamics of Political Complexity in the Archaeological Record. Cambridge University Press. Cambridge, 2021, 320 pp. ISBN: 978-1-316-51539-6. DOI: https://doi.org/10.1017/9781009042826

El conjunto de contribuciones que conforman este libro tiene su origen en una sesión del congreso de la SAA en Vancouver (2017) y todas comparten el objetivo de plantear la discusión sobre las estrategias de poder desde el punto de vista de los grupos subalternos. Afirma B. Gaydarska en el inicio de su capítulo que this volume is like déjà vu (p. 40) haciendo alusión al hecho de que la narrativa dominante ‘top-down’, reduccionista y evolucionista, ha sido puesta en evidencia hace tiempo con la correspondiente necesidad de analizar los principles of social organisation structuring the archaeological record from ‘below’ (Kienlin, 2012, p. 19Kienlin, T. L. (2012). “Beyond Elites: An Introduction”. En: Kienlin, T. L. y Zimmermann, A. (Eds.). Beyond elites: alternatives to hierarchical systems in modelling social formations. Bonn: Habelt, pp. 15-32.). Esta labor, iniciada hace años, sin duda es un ‘work in progress’. Crumley en el prefacio apunta hacia un cambio de paradigma que se inició hace varias décadas y que solo en la última ha empezado a ser aceptado. Reforzar estas perspectivas sigue siendo necesario, y el libro es muy pertinente en este sentido.

En el capítulo inicial (pp. 1-39), los editores hacen un repaso general de los estudios de ciencias sociales sobre la relación entre élites y subalternos ‒limitado de forma casi exclusiva al ámbito norteamericano‒ con la idea de fondo de que en arqueología el punto de vista ‘desde abajo’ está muy poco explorado y la disciplina no ha sabido inspirarse en determinadas corrientes que le llevan la delantera. La idea que se transmite es de un cierto páramo académico instalado en el marxismo estructuralista y en modelos ecológico-tecnológicos (p. 17). Especial crítica reciben los enfoques de economía política y los postmarxistas y, con ellos, el concepto de ‘resistencia’, que se considera contaminado por el actualismo liberal occidental (p. 11). Los autores se posicionan también en contra de estudios recientes que niegan la existencia de jerarquías y desigualdad arriesgándose a to throw the baby out with the bathwater por producir imágenes idealizadas de un pasado sin jerarquías ni conflictos (p. 26). Lamentablemente estas aproximaciones simplistas ni se citan ni se discuten en profundidad (Ruiz Zapatero, 2008, p. 1043Ruiz Zapatero, G. (2008). “Comments to I. Sastre, Community, identity and conflict, Iron Age Warfare in the Iberian Northwest”. Current Anthropology, 49.6, pp. 1042-1043.).

En nuestra opinión el problema no radica exactamente en las llamadas ‘visiones desde arriba’ o en las ‘political-economy approaches’. De hecho, sin comprender las estrategias que utilizan los dominantes para afianzar su poder no se puede encuadrar la capacidad de acción de los subalternos. El verdadero problema que, a nuestro juicio, distorsiona el conocimiento de las sociedades del pasado es la hiperinflación de jerarquías, la idea de que la jerarquización es ubiquitous, unchallenged and all but invisible (p. xiii) o el hecho de que to identify elites has become one of archaeology’s most fundamental tasks (Kienlin, 2012, p. 18Kienlin, T. L. (2012). “Beyond Elites: An Introduction”. En: Kienlin, T. L. y Zimmermann, A. (Eds.). Beyond elites: alternatives to hierarchical systems in modelling social formations. Bonn: Habelt, pp. 15-32.).

Afirman los autores que muchos colegas would happily disavow some of their stances during an earlier period of their careers (p. 4). Parece una afirmación arriesgada, y tal vez injusta, porque las visiones desde abajo no se explican sin estas aportaciones. Cabe recordar que algunos de los principales defensores de la denominada ‘collective action theory’ son autores de uno de los artículos más citados en relación con las estrategias de economía política (Blanton et al., 1996). En el caso de la Península Ibérica (Cruz Berrocal et al., 2013Cruz Berrocal, M., García Sanjuán, L. y Gilman, A. (Eds.) (2013). The prehistory of Iberia. Debating early social stratification and the State. London-New York: Routledge.) también se han hecho propuestas fundamentales para entender la capacidad de acción de los subalternos (Gilman, 1999Gilman, A. (1999). “Veinte años de Prehistoria funcionalista en el Sureste de España”. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología de Valladolid, 65, pp. 73-98.) destacando los estudios sobre campesinado (Vicent, 1991Vicent, J. M. (1991). “Fundamentos teórico-metodológicos para un programa de investigación arqueo-geográfica”. En: López García, P. (Coord.). El cambio cultural del IV al II milenios a.C. en la comarca noroeste de Murcia. Madrid: CSIC, pp. 31-118.; Díaz del Río y García Sanjuán, 2006Díaz del Río, P. y García Sanjuán, L. (Eds.) (2006). Social Inequality in Iberian Late Prehistory. Oxford: Archaeopress.). De ello son deudores nuestros propios trabajos sobre igualitarismo (Sastre et al., 2020Sastre, I., Currás, B. X., Sánchez-Palencia, F. J. y Orejas, A. (2020). “Costes de sumisión frente a costes de rebelión. Por qué no hay jerarquización social en el Noroeste de la Península Ibérica hasta la dominación romana”. En: Diaz del Río, P., Lillios, K. y Sastre, I. (Eds.). The Matter of Prehistory: papers in honor of Antonio Gilman Guillén. Madrid: CSIC, pp. 337-343.). Por lo tanto, los planteamientos que hacen los editores ‘desde abajo’ no son en realidad contrapuestos, sino complementarios a los enfoques ‘desde arriba’, y habría que ir hacia una síntesis ‒implícita en los estudios sobre el poder que han sido fundamentales en la antropología de las últimas décadas‒ (De Marrais y Earle, 2017De Marrais, E. y Earle, T. K. (2017). “Collective Action Theory and the Dynamics of Complex Societies”. Annual Review of Anthropology, 46, pp. 183-201. DOI: https://doi.org/10.1146/annurev-anthro-102116-041409).

Los casos de estudio recogidos en el libro difieren extraordinariamente en sus problemáticas y en sus registros, sobre todo en lo que se refiere a la consolidación o no de la división social. Curiosamente, en algunos casos los más concienciados enfoques centrados en el ‘abajo’ acaban deslizándose hacia arriba y ocupándose sobre todo de las estrategias de las élites, mientras que en otros, las formas de organización comunales fluyen y se hacen evidentes. Esto último coincide con casos en los que las visiones desde abajo dan lugar a un cambio muy interesante y muy necesario en la teoría social: la crítica al evolucionismo. Puesto que la jerarquía y el origen de la desigualdad se han visto tradicionalmente como parte de una evolución hacia la complejidad y el progreso, los casos que no encajan en estas perspectivas acaban fuera de esa linealidad evolutiva unificada y predefinida. Estas ‘anomalías’ son la prueba de la debilidad de los modelos universales y evidencian la importancia de atender a la especificidad de los registros arqueológicos concretos. Destacan los artículos de Gaydarska (pp. 40-60) –dentro de la fructífera línea de investigación sobre los mega-sitios ucranianos que hace tiempo que ha permitido cuestionar las nociones de complejidad y urbanización en relación con grandes asentamientos‒ y el de Kienlin (pp. 61-89). Borck y Clark (pp. 247-271) sintetizan esta cuestión al afirmar there is no direction, just process.

Otras ideas especialmente destacables tienen que ver con la conceptualización relacional del poder (McGuire, 2022, p. 491McGuire, R. H. (2022). “Reflections on archaeology and inequality. A foreword”. World Archaeology, 54 (4), pp. 491-492. DOI: https://doi.org/10.1080/00438243.2022.2233798) que llevaba implícita la capacidad de acción de los subalternos. Dos capítulos hacen especial hincapié en ello. Roscoe (pp. 272-295) aborda una revisión de la noción de heterarquía desde el concepto de ‘dialéctica de control’ de Giddens. La heterarquía y la jerarquía son manifestación de esta dialéctica y no ‘principios organizativos’. Tejerizo-García y Carvajal Castro (pp. 202-219) se basan en un replanteamiento de la noción de Estado, como formalización específica de la lucha de clases, a partir de R. Jessop inspirado en el pensamiento de Poulantzas.

Otros artículos resultan más ambiguos en la visión desde abajo. El de Moore y González-Álvarez (pp. 125-156) aborda dos áreas de estudio: Britania y el Noroeste hispano. En el primer caso se pretende redimensionar el papel de los reyes desde enfoques que tengan en cuenta este carácter fluido y relacional del poder y cuyo modelo son los ‘big-men’. El artículo de Arnold (pp. 106-124) permite identificar estrategias aristocráticas para mantener a raya el poder de los reyes y neutralizar las tendencias centralizadoras internas y las tentativas de imposición exteriores. Pero, al mismo tiempo, los individuos en enterramientos centrales actuarían como emisarios en representación de la comunidad en el más allá y no como líderes o gobernantes. Fontjin (pp. 90-105) define el registro de los grandes túmulos con ajuares conspicuos relacionados con el caballo, la espada y los bienes de importación como ‘fragmentado’, lo que indica una reintegración en el campo social colectivo. Los autores de estos tres artículos se esfuerzan en negar el poder de esas élites, pero sus descripciones de los correspondientes registros arqueológicos parecen evidenciar estrategias de jererarquización corporativas que tienen su correlato en una amplia capacidad de maniobra por parte de los subalternos. Se atisba el peligro de que caigamos en el problema exactamente contrario a la ‘inflación de jerarquías’, es decir, la ocultación de la existencia de desigualdad social relativizando los rasgos que la hacen evidente en el registro.

La ‘collective action theory’, ya mencionada, es una de las corrientes que más protagonismo ha alcanzado en estas aproximaciones ‘desde abajo’. Fargher y Blanton (pp. 157-74), sobre la base de ‘rational social actors’, consideran la tributación como un elemento esencial para asegurar a la vez el poder de las élites y el empoderamiento de los subalternos: rendición de cuentas a cambio de inversiones en beneficio de la comunidad. Feinman, Blanton y Nicholas (pp. 220-247) afirman que la fiscalidad no se basa en la coerción sino en el cumplimiento de las obligaciones tributarias a cambio de seguridad. Ciertos ecos del funcionalismo penden sobre algunos enfoques que reverberan las mismas ideas de equilibrio, reconocimiento mutuo, negociación y homeostasis que el materialismo histórico cuestionó recalcando la dialéctica y el conflicto que atraviesa las relaciones sociales.

La visión desde abajo queda muy bien descrita en el artículo de C. J. Foster sobre la China Han (pp. 175-202) en el que se estudia la alfabetización de los soldados de origen campesino en contextos militares fronterizos en contra de la norma oficial que imponía el control estricto del acceso al mundo de los escribas.

El libro se cierra con otra aportación de Thurston y Fernández-Götz (pp. 295-315), que complementa el capítulo introductorio, en este caso mirando hacia el futuro. Reflexionan los autores sobre posibles líneas convergentes con la arqueología en las que la espacialidad y el registro material son estudiados teniendo en cuenta diferentes vías para identificar a los grupos subalternos y sus formas de actuación (geographies of opportunity, acephalous societies y resistant accommodation).

Para finalizar queremos agradecer a T. L. Thurston y M. Fernández-Götz, así como a todos los autores del libro, que nos sigan proporcionando material para la reflexión, para la discusión y para la movilización. Y recomendamos vivamente su lectura.

BIBLIOGRAFÍA

Cruz Berrocal, M., García Sanjuán, L. y Gilman, A. (Eds.) (2013). The prehistory of Iberia. Debating early social stratification and the State. London-New York: Routledge.

De Marrais, E. y Earle, T. K. (2017). “Collective Action Theory and the Dynamics of Complex Societies”. Annual Review of Anthropology, 46, pp. 183-201. DOI: https://doi.org/10.1146/annurev-anthro-102116-041409

Díaz del Río, P. y García Sanjuán, L. (Eds.) (2006). Social Inequality in Iberian Late Prehistory. Oxford: Archaeopress.

Gilman, A. (1999). “Veinte años de Prehistoria funcionalista en el Sureste de España”. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología de Valladolid, 65, pp. 73-98.

Kienlin, T. L. (2012). “Beyond Elites: An Introduction”. En: Kienlin, T. L. y Zimmermann, A. (Eds.). Beyond elites: alternatives to hierarchical systems in modelling social formations. Bonn: Habelt, pp. 15-32.

McGuire, R. H. (2022). “Reflections on archaeology and inequality. A foreword”. World Archaeology, 54 (4), pp. 491-492. DOI: https://doi.org/10.1080/00438243.2022.2233798

Ruiz Zapatero, G. (2008). “Comments to I. Sastre, Community, identity and conflict, Iron Age Warfare in the Iberian Northwest”. Current Anthropology, 49.6, pp. 1042-1043.

Sastre, I., Currás, B. X., Sánchez-Palencia, F. J. y Orejas, A. (2020). “Costes de sumisión frente a costes de rebelión. Por qué no hay jerarquización social en el Noroeste de la Península Ibérica hasta la dominación romana”. En: Diaz del Río, P., Lillios, K. y Sastre, I. (Eds.). The Matter of Prehistory: papers in honor of Antonio Gilman Guillén. Madrid: CSIC, pp. 337-343.

Vicent, J. M. (1991). “Fundamentos teórico-metodológicos para un programa de investigación arqueo-geográfica”. En: López García, P. (Coord.). El cambio cultural del IV al II milenios a.C. en la comarca noroeste de Murcia. Madrid: CSIC, pp. 31-118.